ESCENA III
Villa L., empieza a amanecer, una casa con gran lujo y bien amueblada, luces de óleo aún están encendidas,
CHICA: ¡Virgen Santísima! Por el amor de Dios, ¿por que la imagen de ese hombre causa tantos estragos en mi integridad?, ¿Cómo alguien de esa calaña puede perturbar mi culta mente? ¿Será la luna, que con su fuerza gravitatoria, que mueve las mareas, ha movido también mi corazón, descolocándolo de su inaccesible y bajo llave guardado interior? ¿No debería estar en ese sitio mi esposo? (se levanta de la butaca, deja el libro en ella i se acerca a mirar por la ventana, los rayos de sol entran en un ángulo de 45 grados, la abre) Sol, símbolo de razón, ¡ilumina mi turbado corazón y ahuyenta sus temores!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada